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El Repertorio

Actualizado: 24 feb


"En búsqueda de este espejo, la sección de Cuentos para Maga, llamada “El repertorio”, habla de artistas y canciones que buscan su autenticidad, que reinterpretan la realidad en sus sonidos y letras y no se rinden ante el camino fácil de las fórmulas comerciales".

A lo largo de la historia, la música ha sido una parte fundamental en la supervivencia e identidad de las diferentes culturas. La música ha cumplido históricamente una función mnemotécnica en nuestro cerebro. Esta habilidad ayudó a preservar las historias, mitos y leyendas que le advirtieron a la especie de los peligros y cuidados que hay que tener frente al mundo. Estas historias han llegado hasta nosotros a día de hoy, tras definir comportamientos de la especie durante miles de años. 


Más adelante en la historia llegó el papel a cumplir la tarea de almacenar y transmitir el conocimiento. La palabra escrita se preserva de mejor manera a través del tiempo y espacio que la oratoria de memoria, es más eficaz que una cadena de seres humanos pasando la información personalmente. Por eso, poco a poco el lenguaje musical empezó a tener menos relevancia, dando paso a una formas de escritura y expresión menos preocupadas por el ritmo. Aún así, la música ha sido una solución instintiva a problemas primitivos y, como cualquier instinto, nunca perderá la influencia que ejerce sobre nuestra especie.


La música sigue siendo una parte fundamental de la vida, nos sigue uniendo y sigue definiendo colectividades. Los géneros musicales pueden llegar a ser partes vitales de la identidad colectiva de algunas culturas urbanas, actuando como un medio de expresión, identidad y cohesión social. La música, como cualquier expresión artística, es una obra autobiográfica. Dentro de una canción el autor plasma su forma de ver el mundo, allí muestra los conceptos y experiencias que ha adquirido (esta idea es representada a la perfección en la canción “El diccionario” de LosPetitFellas). Esta visión del mundo puede encajar o no con la concepción que tienen

grandes o pequeñas colectividades y, en este sentido, la música que pega en determinado momento puede funcionar como una muestra del estado de la sociedad: sus valores, miedos y aspiraciones o, en otras palabras, el arquetipo que predomina en el momento.


En una época posterior a la segunda guerra mundial, la música acompañó movimientos marcados por discursos de amor y paz. Por otro lado, en épocas de dictaduras latinoamericanas surgieron Víctor Jara, Mercedes Sosa, Sui Generis, Los Prisioneros, y varios más, denunciando crímenes de estado y generando conciencia social. En barrios segregados de población negra en Estados Unidos proliferaron los raperos que cantan a la vida de sicariato, a las drogas y a la muerte de amigos y enemigos. La vida que conocieron:

Sin embargo, hoy la cosa es diferente. La globalización ha logrado masificar los mensajes de la música sin importar el contexto, y los avances académicos orientados a generar dinero han encontrado fórmulas para alcanzar el éxito musical sin necesidad de reflejar una visión consciente del mundo, sino buscando una simple apelación al instinto. Y la sociedad lo aceptó, tal vez consciente o inconscientemente. Hoy es difícil encontrar ese espejo en el cuál reconocernos.


En búsqueda de este espejo, la sección de Cuentos para Maga, llamada “El repertorio”, habla de artistas y canciones que buscan su autenticidad, que reinterpretan la realidad en sus sonidos y letras y no se rinden ante el camino fácil de las fórmulas comerciales. Semanalmente ofrecemos un análisis de una canción, desde los puntos de vista que son nuestro fuerte en Cuentos para Maga: La filosofía y la literatura.


Gracias por leer hasta aquí. Te recuerdo que en cada publicación hay una sección de comentarios dispuesta para las opiniones, acotaciones, críticas y solicitudes. Nos vemos la semana que viene :)


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